sábado, 1 de diciembre de 2012

Capitulo 33: Celos



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La campana sonó dando la salida. El pasillo que hace unos segundos estaba vacío ahora estaba lleno de muchachos riendo y hablando.
   Me encontraba en medio de esos muchachos, sola en camino hacia el estacionamiento, donde Sebastián se encontraba esperándome para irnos a comer.
   El estacionamiento se llenaba cada vez más, con hombres fumando y chicas haciéndole de putas. Pase por el carro de Alex y me sonrió, lo salude con la mano. Hace meses que Alex y yo no hablábamos y a veces lo extrañaba pero me daba algo de miedo acercarme a él aunque no lo admitiera.
   Me llamo la atención que había un coche muy lujoso estacionado. Nunca lo había visto antes. Estaba rodeado de muchachas emocionadas y hombres que admiraban el carro como si fuera la octava maravilla. Suspire y por curiosidad me acerque a ver qué pasaba
   Se encontraba un hombre en medio del grupo de mujeres, todas muy chifladas con él. Al darme cuenta que no era nada importante di media vuelta pero escuche un grito
-          ¡Carolina!
   Me paralice, esa voz era muy conocida, a pesar de que ya casi no la escuchaba seguido
   Me volví a dar vuelta para encontrar a Lucas saliendo de la bola de mujeres que lo rodeaban—todas con cara de ira al realizar que el muchacho guapo y rico venia a verme a mí—y camino rápido en mi dirección  
   No me moví de mi lugar al tratare de contener mi shock, Hace mucho que no lo vía y honestamente pensé que ya se había olvidado de mi.
   Pensaste mal mi amor
   No recordaba lo guapo que era
   Al llegar delante mío me abrazo muy fuerte. Le regrese el abrazo y una sonrisa salió de mi
-          ¿Qué haces aquí?—susurre, me soltó
-          Ya sabes—se encogió de hombros—no quiero que me olvides
-          No lo hago—le sonreí
-          ¿Tienes hambre? Vamos a un restaurante, yo invito
   Maldición
-          ¿O ya tenias otros planes?—dijo al ver mi cara
-          Si… yo lo siento—voltee para atrás y vi a personas de espectadores, mas viéndolo a él que a mí.
   Entre ellos Sebastián. Estaba recargado en mi coche, con los brazos cruzados y una mirada que asustaba. Sentí una culpa enorme en el pecho
-          ¡Vamos, Carolina! Casi no te veo y es el único día en que pude venir en semanas
-          ¿Habías querido verme desde semanas?—mi tono era de confusión total
-          Te he extrañado—Lucas miro hacia otro lado
   Eso me conmovió. Aparte tenía mucho que hablar con él. Nos quedamos viendo mientras tomaba mi mano y me empujaba hacia él. Yo le seguí hasta subirme al coche.
   Ignore todas esas miradas de matanza de las mujeres que ya estaban en otra parte. Lucas avanzo lento por el estacionamiento—que seguía muy lleno—para no atropellar a nadie.
-          Detente aquí por favor—dije al pasar alado de mi carro
   Me obedeció y baje del coche. Sebastián estaba en la misma posición con la misma mirada. Note que tenía los puños cerrados
-          No me odies pero tengo muchas cosas que hablar con él—le puse las llaves de mi carro enfrente pero él no se movió ni un centímetro. Las puse atrás de donde estaba recargado—Es solo una comida, no tienes porque ponerte de esta manera—dije algo enojada pero luego suavice mi tono—Te quiero demasiado, Sebastián
   Me acerque para darle un beso en la boca pero cuando voltee levemente vi a muchas personas viendo la escena así que solo se lo di en la mejilla
-          Perdóname y te quiero—le volví a susurrar en el oído
   Di vuelta y me volví a subir al coche
   Me llevo a un restaurante al norte de la cuidad, uno lujoso. Me queje un poco pues yo traía puesto unas botas negras largas de tacón, un pantalón pegado azul y una blusa de tirantes también pegada color rosa. Para un McDonald iba arreglada pero para este tipo de restaurantes parecía que venía un pijama
   Ya sentados en una mesa, con vino servido en las copas y nuestra orden cocinándose empezamos a hablar bien
-          ¿Cómo te ha ido últimamente?
-          ¿Hace cuanto que dejamos de hablar?—pregunté, ignorando la pregunta que le me había hecho
-          Muchas semanas, no sabría decirte exacto
-          ¿Por qué?
-          No recuerdo, la verdad
-          Yo tampoco
   Llego el mesero—un hombre joven a darnos nuestros platos—que se me quedo viendo mientras me sonreía, le regrese el gesto.
   Lucas bufo
-          No has perdido tu encanto, Carolina. Es bueno saber que no soy el único que cayó a la primera contigo
-          ¿Caer a la primera?—alce mi ceja
-          ¿Cómo te ha ido últimamente?
   Cambiamos de tema, hablando de mil asuntos. Reí, me divertí hasta que llego el postre a la mesa con el mismo mesero sonriéndome
-          Haber si no te pasa su teléfono cuando llegue la cuenta—bromeo
   Reí fuerte
-          No es tan ingenuo, ¿sabes cuantas muchachas más bellas han de pasar por estas mesas?
-          No me puedo imaginar a alguien más hermosa que tu—me miro a los ojos
   Enmudecí por un momento, baje la mirada
-          Carolina, ¿has pensado en tú y yo?
-          En qué manera—tartamudee
-          Ya tu sabes en qué manera
   Su tono de voz no puede ser más serio y seductor
   Agarre mi copa y le di un gran sorbo mientras volteaba a otra parte, poniendo mis pensamientos en orden
-          Lucas, yo…
   Su mirada era intensa, era muy fácil perderse en ella
-          ¿Tu si has pensado en tu y yo?—dije para desviar su atención, pero gran error. Me arrepentí tan pronto como lo dije
-          Honestamente, si
   Trágame tierra
-          ¿Recuerdas aquel juego que empezamos en el antro bajo tierra?
-          Claro
-          Creo que perdí—murmuro
-          Ohh…—trate de digerir eso—Pero como si no hemos salido en meses—susurre
-          La distancia fue la que me hizo darme cuenta que te extrañaba más de lo que debía
-          Lucas—empecé pero me callo gentilmente. Seguí de todas maneras—Lo siento, pero yo no puedo corresponderte
   Se erguí en su asiento y frunció los labios
-          ¿Cómo se llama?
-          ¿Qué?—dije sorprendida
-          Quiero saber su nombre
-          ¿Pero como sabes que hay alguien?
-          Solo contéstame, por favor. Es obvio que hay alguien mas
   No tenía ni idea de cómo decirle esto, Sebastián se me vino a la mente, acostado en su cama riéndose sin poder contenerse y una sonrisa me salió sin poder contenerla
-          Sebastián
   Se quedo un minuto callado
-          ¿Tu vecino, el que era tu mejor amigo?—murmuro grave
-          Es mi mejor amigo
-          Pero el es novio de Samanta Treviño—su tono era de confusión y algo de rabia
-          Terminaron varios meses atrás, casi la momento en que tu y yo dejamos de hablar
   El muchacho delante mío se paso la mano por sus cabellos castaños claros
-          ¿De verdad?—note la desesperación en su voz
-          Estoy profundamente enamorada de el
-          ¿Llegue demasiado tarde?
-          No es eso… creo que siempre lo estuve solo que no sabía. Perdóname, Lucas
-          No tienes porque disculparte—trato de sonreírme pero le salió pésimo.
   Su mano descansaba sobre la mesa y pensé en tomársela pero tal vez eso arruinaría las cosas más
-          Eres un increíble amigo para mi, Lucas
-          No quiero ser eso—me interrumpió
   Me invadió la tristeza y la culpa
-          Tal vez solo estas confundido, piensa bien las cosas. Hablamos cuando puedas—lo mire—Me tengo que ir, perdóname de verdad. Yo no quería causarte molestias
-          Carolina tu nunca serás una molestia. Si te quieres retirar, adelante. No te preocupes por la cuenta, yo fui el que te invito
   Nos levantamos. Nuestros postres estaban intactos. Le di un abrazo fuerte y un beso en la mejilla
-          Nos vemos pronto
-          Una última cosa—murmuro— ¿El te corresponde?
   Di un gran suspiro
-          Si
   Y así fue como me dejo ir



   Pedí un taxi y como andaba de pobre me dejo a varias calles antes de mi casa.
   Tenía bien agarrada mi bolsa y no podía dejar de pensar en aquel Lucas con la mirada triste y perdida
   ¿Qué había hecho?—En aquella fiesta, yo totalmente ajena al sentimiento que ahora siento por Sebastián—acepte en lo que creí que era como un reto.
   Y ahora pago las consecuencias, rompiendo un corazón. Me sentía tan mal conmigo misma que solo quería llegar con mi novio. Aunque de seguro él estaría enfadadísimo conmigo.
   Al doblar la esquina y llegar a la calle de mi casa vi a Samanta en la puerta de la casa de Sebastián
   Ella le sostenía su mano mientras no dejaba de hablar. Vi cuando Sebastián no hizo nada cuando ella le entrelazo los dedos.
   Me detuve en seco, y mil emociones nada bonitas me embargaron en ese momento. Era como retroceder en el tiempo, donde la dueña de sus besos seguía siendo ella
   Vi como él le retiraba la mano delicadamente y como ella se le abalanzaba, pero el daba un paso atrás.
   Cada vez que me acercaba pisaba más fuerte para que mis tacones se escucharan y cuando llegue enfrente de mi casa los dos me voltearon a ver.
   Le clave mi mirada a Sebastián por cinco segundos hasta entrar a la casa. Le agradecí tanto a Dios porque no se encontraba nadie. Fui a la cocina donde me serví un vaso de agua y trataba de controlar el impulso de romper todo lo que veía. Pasaban los minutos y me fundí en el sillón donde había un programa que realmente no veía.
   Apague el televisor con la intensión de irme a mi habitación pero llamaron a la puerta.
   Sin decir palabra entro y cerró la puerta con el detrás. Yo me quede parada en medio del recibidor
-          No me mires con esos ojos—dijo seco
-          ¿Esa fue una especia de venganza?—mi tono era acido
-          No
   No pronunciamos palabra por segundos que se me hicieron muy largos. No dejábamos de mirarnos desafiantes
-          Explícame que hacia ella agarrándote las manos
-          Explícame que hacia Lucas llevándote a comer a restaurantes
-          Lucas es mi amigo
-          Samanta también
   Me reí sarcástica
-          No compares, Sebastián
-          ¿Por qué no? Yo te vi besándote con Lucas, te vi varias veces subiéndote a su carro. Tengo todo el derecho de estar enojado y de pedirte explicaciones
   Lo quería matar, al menos lo hice con la mirada
-          ¡¿Cómo te atreves?!—murmure, conteniendo mi enojo—A hacerme una escenita de celos con un hombre con el que muy apenas veo y conozco en mi vida.
-          Hombre que te quiere más que como amigos, hombre que te lleva a restaurantes lujosos. Hombre con el que tuviste un amorío, si comparo
   Empecé a dar vueltas sobre mi lugar con la cabeza mirando al techo, conteniendo unas lagrimas. Cuando sentí que ya no se me iban a salir lo mire
-   Tú me matabas. Yo te veía con ella, casi todos los putos días viéndote abrazado, besándote con esa. Escuchaba por todas partes que se veían muy bien juntos. Te veía con ella y tú me matabas. ¡Así que no te atrevas a echarme en cara en mi propia casa que tienes celos de Lucas!
-          Carolina…
-          ¡NO!—dije casi histérica, sacando todo—Acabo de rechazarlo, y al regresar a mi casa me encuentro con la ex novia de mi novio agarrándose de la mano mientras le pedía que regresaran. Tu tuviste una relación con ella de tres meses y quiere regresar, en cambio yo nunca tuve ni tendré nada con Lucas así que no te atrevas a decirme que no compare
   Calle al sentir un nudo en la garganta
-          ¿Cuánto tiempo llevamos en esta relación?—pregunto
-          No se… dos semanas
-    Te entiendo, Carolina pero no me pidas que me quede callado. Me dio muchísimo coraje verte en ese carro con Lucas y tu bien feliz. Y ni siquiera sabes lo que le conteste a Samanta
-          ¡Y no quiero escucharlo!
-          ¡Ya das por hecho que la acepte y mil estupideces! Yo te he dicho hasta el cansancio mis sentimientos hacia ti y los que tengo por Samanta pero parece que no quieres entender.
-          Entiendo lo que veo
-          ¿Y que ves?
-          A ella rogándote y tu al parecer no la rechazas
-          ¿Y qué dice Lucas? Y Sergio, y Oscar, Rodrigo y la mitad de la preparatoria
   Lo que decíamos no tenía sentido  
-    Mejor hablamos cuando no pienses tonterías y cuando se pueda hablar contigo
-          ¡Bien! ¡Largo de mi casa!—le grite
   Se salió cerrando muy fuerte y causando un eco que me dejo un vacio.
   No me moví de mi lugar, no podía ni mover un dedo. Pasaron varios segundos y no me moví del lugar. Y todo paso muy rápido después de eso
   Sebastián volvió a entrar a la casa muy rápido y agarrándome la cara me dio un beso profundo. No lo detuve; todo lo contrario. Le regrese el beso con todas las ganas que me quedaban
-          Perdóname, perdóname, perdóname—Sebastián hablo durante el beso y yo lo pegaba más a mi cuerpo.
   Nos separamos un poco y nos miramos a los ojos. Y eso fue todo para olvidar las palabras dichas apenas minutos antes. Y nos seguimos besando hasta que nos quedamos sin aliento, y sin querer separarnos
   Comenzamos a caminar sin separar los labios a la sala donde tropezamos en el sillón y caímos en el. El encima mío me contemplo en lo que me parecieron años mientras yo le quitaba la playera.
   Le iba a decir algo y se me olvido por completo cuando me beso y quede en blanco. Ya para cuando me di cuenta también tenía mi blusa fuera y quedaba solo mí sostén.



   Estábamos acurrucados en el piso de la sala, recargados en el sillón encima de una sabana que se encontraba cerca. No paso nada, pero no nos pusimos devuelta la poca ropa que nos habíamos quitado
   A él lo deje encender un cigarrillo
   Tosí apropósito y cuando él me miro solo me sonrió
-          Huele del asco—susurre
-          ¡Vamos, Carolina! ¿De verdad nunca has probado el cigarro?
-          ¿Me lo dices a mí que pase años rodeada de narcotraficantes?
-          ¿Eso es un sí?
-          El tabaco nunca me gusto realmente, prefería la marihuana
   No dijo nada después de un rato y murmuro
-          ¿Cuándo lo dejaste?
-          Después de la falsa muerte de Roberto, de todas maneras era raro verme con un cigarro, no lo hacía nada seguido. Roberto siempre me lo reprochaba
   Sebastián después de dar una gran bocanada de tabaco cambio de tema
-          Así que Lucas no recibió Cari-amor—se burlo
   Le di un manotazo en el pecho, donde luego empecé a acariciar en círculos pequeños
-          No es gracioso, me partió el corazón
-          ¿Por qué?—alzo la ceja sorprendido
-          Hubieras visto su cara de perrito atropellado, su expresión cuando le dije que estaba profundamente enamorada y al decirle que eras tu
-          ¿profundamente enamorada?
   Me lo susurro en el odio y me dio un escalofrió. Lo abrace fuerte mientras hundía mi rostro en la base de su garganta
-          Me sentí muy culpable porque yo fui la que acepto su juego de enamorarnos
-          Tu no tuviste la culpa de nada—me acariciaba el pelo—El se enamoro solito
-          Digas lo que digas yo tuve mucha culpa sobre eso y no me harás cambiar de opinión
   Suspiro, termino su cigarrillo y lo apago mientras con la mano quitaba algo del olor y dejaba el resto en un cenicero de la mesa
-          ¿Qué te dijo Samanta?
-        Ya te habías tardado— rió entre dientes—me llamo antes para ver si podíamos vernos y le dije que si podía venir. Al llegar fue directo al grano: que durante todas estas semanas no ha podido olvidarme ni superarme y que quiere otra oportunidad. Le conteste que no podía, que yo estaba profundamente enamorado—me miro picaron mientras se reía, se burlaba de mi—pero sabes cómo es ella de necia y no dejaba de insistirme hasta que llegaste tu y la corte hasta hay
-          Lo siento por mi ataque de celos
-          Yo también, dije cosas sin sentido
-          Los dos—reí entre dientes— ¿Le dijiste que tu y yo?
-          No, pero si quieres la próxima vez que me insista porque créeme que lo hará—reí ante eso—le digo que eres tu
-          No… todavía no.
   Comenzó a acariciarme el pelo. De reojo vi que lo olía discretamente.
-          ¿Recuerdas el día en que nos dimos nuestro primer beso?—soltó de pronto.
-          Si—dije confundida por su cambio de tema
-          Bueno, recuerdas que un día antes te dije que era el primer aniversario de mi llegada
-          Si…—dije con el mismo tono, no adivinaba a donde quería llegar
-          Carolina yo creí que a estas alturas del partido adivinarías pero ya veo que no. Ese día no se cumplió un año de mi llegada, se cumplía un año de que tú me dijiste todo tu pasado en la parte de atrás de tu camioneta
   Me quede pensando
-          Claro—pensé en voz alta—tu llegaste en segundo semestre y ya vamos en el cuarto entonces significa que—calle y le mire el rostro—llevas aquí un año y medio
-          En mi búsqueda por los dos años ya casi, creí que eran las mujeres las buenas con las fechas—me sonsaco
   Afuera de la casa se escucho un carro estacionarse en la cochera. Nos paramos en un instante y empezamos a acomodar todo lo que habíamos desordenado.
   Los cojines del sofá, la sabana que encontramos cerca y recogimos las prendas de ropa que nos quitamos. Fue ahí donde comprendí que tanto él como yo no llevamos nada arriba.
-          ¡Corre a mi cuarto!—murmure
   Me puse la blusa en un segundo y corrí a la cocina en el momento en que mi padre entro a la casa. Dejo su portafolio en la mesa alado de la puerta principal y se dirigió a la sala. Aproveche eso y me escabullí hacia las escaleras
-          Carolina—su voz era de confusión, el nunca me encontraba en la casa
-          Hola Ignacio—le sonreí— ¿Te volverás a ir?
   Bufo
-          ¿Me quieres correr de mi propia casa?—dijo en tono de juego
   Solo le sonreí, en manera de esperar una respuesta
-          Si, solo venia por unas cosas al despacho
-          Bueno, suerte. Te veo… en otro momento
   Me quede parada unos segundos insignificantes para el pero valiosos para mí. Me di cuenta de que se veía cansado—al parecer de la vida—y que yo nunca sentí esa conexión padre-hija.
   El recuerdo de su cinto haciéndole de látigo partiéndome la piel en dos y haciendo salir mi sangre caliente me dio un mal sabor de boca; un rencor que siempre le tendré.
   ¿Acaso seré adoptada? Tal vez por eso nunca me quisieron y si es así… ¿para qué lo hicieron?
   Sacudí la cabeza para deshacerme de esas ideas, la adopción sonaba tan ridículamente
   Y subí las escaleras a paso lento hasta llegar a mi habitación
   Sebastián me empujo contra la puerta nada mas la cerré poso sus labios sobre los míos. 

8 comentarios:

  1. ¿Por que siempre tardas tanto en publicar esque piensas que no te leen?
    Me ha gustado mucho el capitulo y espero leerte mas a menudo.Ojala lo hagas

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    1. aveces si siento eso, si tuviera mas comentarios talvez escribiria mas rapido pero hago todo lo que puedo:D

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  2. Hola! Soy Bea del blog Entre las sombras decirte q no me ha llegado nada de q hayas publicado este capítulo y cuando me he metido me ha extrañado q este desde el 1 de diciembre.
    El capítulo ha estado genial como siempre y soy seguidora tuya desde el primer momento en que publicaste. Tengo ganas dd saber q ocurrirá en esa habitación ... ;)
    Feliz Año Nuevo! Y publica cuando puedas
    Un beso! :)

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  3. Me encanta la novela .. me da mucha intriga lo que pasara en el proximo capitulo, soy de uruguay y me encantaria que publiques mas seguido... de todos modos entiendo que no es tan facil. besos ! :D

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. aqui esta
      http://www.mimejor-amigo.blogspot.mx/2012/11/capitulo-32-no-digas-nada.html

      disfrutalo:)

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. gracias por responder!!! me encanta la historia!!!!

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