lunes, 28 de abril de 2014

Capitulo 46: Prueba de embarazo

Me deposito en la cama para ponerse encima de mí. Nos miramos un instante antes de juntar los labios.
   Parecíamos como si la vida dependiera de que nuestras bocas se mezclaran con la otra. No me había dado cuenta hasta ahora que lo tenía agarrado de la espalda, con mis piernas entorno a su cintura que había querido esto durante todo el día
   Me estaba dejando llevar por el momento, no podía sentir ni pensar nada más que sus labios rosándome el cuello, los hombros y mordiéndome el lóbulo de la oreja derecha, ni su aliento cosquilleándome la piel a su paso
   Dejo de besarme para enderezarse un poco. Me agarro de las manos y alzo mis brazos arriba de mi cabeza, entrelazando los dedos. Bajo su rostro y rozo muy levemente su nariz contra a mía, para descender. Podía sentir su piel caliente sobre mi piel sensible
   Su rostro se dirigió al mío y nos miramos. Mi corazón no se podía acelerar mas, su mirada me decía una cosa muy clara “quédate” y quién era yo para decirle que no
   Alce mi cara para que mis labios alcanzaran los suyos y volvimos a principio.
   Y cuando sus manos soltaron las mías para dirigirse a mi blusa y quitarla, fue ahí cuando me di cuenta. Me imagine por un instante el momento en que estaría marcándole a Edith, creándome una excusa para decirle él porque ya no llegaría. Oh, peor aún, yo teniendo que levantarme, vestirme y dejarlo.  
   Así que, después de ese pensamiento, antes de que mi novio terminara de quitarme la blusa y entre los jadeos y los besos susurre
-Para, para
   No lo hizo. Sus manos se deslizaron debajo de mi blusa y sentí sus manos rodeándome la cintura mientras su boca—oh esa boca—bajaba hasta besarme el contorno de los pechos, haciéndome soltar un pequeño gemido de anticipación
   ¿Por qué detenerlo? Se sentía celestial. Empuje mis caderas hacia su cuerpo
   La carne es débil.
   Fue cuando la prenda estaba casi ya fuera de mí cuando volví a la realidad
-Sebastián—la voz no me salió tan grave como lo quise a causa de los jadeos
   Su boca detuvo sus besos en mis pechos y alzo la mirada. Mene la cabeza a manera de negación. Bufo fuertemente y juro que quería echarse a decir groserías; cómo no, yo andaba en las mismas
   Quito sus manos de mi blusa—de mi cuerpo—y me miro con decepción en los ojos. Tome su rostro entre mis manos—no podía evitar sonreír por su expresión—y le di un sencillo beso en los labios
-Sera mas difícil cuando me tenga que vestir para irme y lo sabes—alce la ceja
   Lanzo un gemido de dolor fingido y se dejo caer alado mío
-Ahora mismo creo que te odio—su voz estaba contenida
  Apoye la cabeza en mi codo y lo mire
-Guarda ese odio para mañana—mi tono de voz era pícaro y él lo noto al instante, regresándome la sonrisa y las reprimidas ganas de desvestirnos el uno al otro
   Y ahora estaba yo aquí, en la habitación de Edith, recordando y extrañando a mi novio que se encontraba a cinco minutos de donde yo me encontraba y que lo vería mañana a primera hora. Era ridículo, y tan ridículo que solo dolía pensar en lo que tendría que pasar cuando se marchara definitivamente
-¿En qué tanto piensas?—me pregunto Edith al ver que me tapaba la cara y frotaba los ojos
   Suspire
-En el hambre que tengo—susurre distraída
-Marcelo llegara con la pizza en una media hora—me informo
   Resulta que cuando llegue, él se había vuelto a ir, y se tardaría un poco. Me daría tiempo para contarle a lo sucedido con mis padres. Me levante de la cama y me puse alado de ella en el suelo, donde tenía la computadora en el regazo
-Tengo algo que contarte
-Dime—pero estaba distraída con la maquina que tenía enfrente
-Edith, es sobre mis padres—intente de nuevo
   Esta vez sí capte su interés. Me miro lentamente y le hice una mueca. Cerró la laptop y la dejo a un lado. Cuando me miro por segunda vez inclino la cabeza hacia un lado, diciéndome que empezara
   Y así lo hice, le conté todo y no me reserve los detalles. Comencé desde la llamada de mi padre para ir a su oficina para hablar conmigo después de que Sara me había corrido—hice una pausa para explicarle esto también—y la conversación que tuvimos que dio como resultado otra conversación con Sara.
-No, estas mintiendo—exclamo sorprendida
   Negué con la cabeza
-Carolina, esto está demasiado intenso—se llevo una mano a la boca—Bueno, eso explica todo, ¿no? El porqué la frialdad de tu madre y la distancia de tu padre
-Sí, se supone—mi mirada era baja
-¿Qué es lo que no te cuadra?—frunció el ceño
-No se… ni siquiera termino de entender la historia
   Se levanto y comenzó a caminar por la habitación
-Tienes que encontrar a tu padre biológico
    Entorne los ojos
-No me hagas esa cara, mujer—me regaño
   Solté una solitaria carcajada, que le siguió de pasarme la mano por los cabellos
-Sebastián también insistió en que lo encontrara—comenté en voz baja
   Edith se puso enfrente de mí
-No puedo decir que te entiendo, porque solo podría entenderte al estar en la misma situación pero… me acabas de decir que hay algo que no encaja y es eso
   La mire inmediatamente con el ceño fruncido, no la entendía
   Suspiro con desesperación y comenzó a caminar de nuevo por toda la habitación
-Necesitas encontrar a este hombre Fernando, y cuando hayas hablado con los tres—alzo la mano con tres dedos levantados—los tres involucrados en este revoltorio de relaciones, todo cuadrara
   Me frote los ojos por segunda vez en la noche
-No sé, Edith. No estoy preparada. Es mucha información para mí, todavía no la digiero toda
   Se calmo un poco y me miro con dulzura
-Bueno, tampoco tiene que ser mañana mismo, verdad—me sonrió y me tomo la mano— ¿Cómo te lo tomaste cuando recién hablaste con tu madre?—pregunto en voz baja
   Suspire pesadamente
-Me pelee con Sebastián—bufé—Comencé a gritarle por nada al cabo de los quince minutos de llegar. Cuando estuve con Sara sentada, ahí si lo tome todo muy bien—hice una pausa—todavía no entendía bien, ella se mostro tan cooperativa. Nunca había tenido una conversación tan larga con ella.
   Volví a hacer una pausa y me mire los dedos
-Tanta tranquilidad en ese restaurante que al llegar a casa se esfumo
-Y te descargaste con él—completo ella
   Torcí el gesto y me encogí de hombros
-Me tranquilizo al instante—las comisuras de mis labios de curvaron un poco al hacer una sonrisa
   Edith me correspondió la pequeña sonrisa
-Me alegra el saber que lo tienes
-Y que lo perderé—murmure, voz triste y pesada
   Se separo de mí y aplaudió dos veces.
-Basta de tristes charlas, cuando llegue Marcelo con la pizza estaremos todos felices




   Algunas veces no te das cuenta de cuánto extrañas a alguien hasta que lo tienes enfrente y recuerdas todos los pequeños detalles que sabes de ellos y te preguntas que paso a mitad de camino que perdiste de vista a esas personas.
   Bueno, para mí no fue tan difícil descubrir el por qué, y tampoco podía quejarme. Yo había elegido eso. Dos trabajos para conseguir dinero para la universidad no te da tiempo de socializar, y cuando acabe con eso fue porque mi novio se iba y tenía tiempo que aprovechar. Pero ahora había perdido a mis amigos de vista, a los únicos que tendría ahí después de la partida de Sebastián. Pero ahora yo también me iba
   Estábamos los tres tirados en el suelo alrededor de la caja de pizza ahora vacía. Marcelo cantaba a todo volumen su canción favorita, que se estaba escuchando desde la computadora, también a todo volumen. Edith solo decía que necesitábamos alcohol y que se le antojaba vodka, yo reía de a escena que contemplaba
-No tengo ganas de vomitar hoy, Edith—decía Marcelo entre las letras que cantaba
-¿Quién habla de vomitar?—replico ella, hablando con más volumen a causa de la música
-¿Después de contarte lo que acaba de pasar en mi vida amorosa crees que si me das una botella no terminare ciego?—justo al terminar la frase, volvió a alzar la voz con su canto
   Edith poso sus ojos en mí
-¿Tu si me apoyaras verdad?—se acerco mas
-Lo siento, pero yo tampoco tengo ganas de tomar—me encogí de hombros con culpa fingida, sonriéndole
   Bufo ruidosamente
-¿Qué paso con la Carolina que salía inconsciente de las fiestas y que jamás diría no a un shot?
-Muerta y enterrada por ahora
   La canción de Marcelo termino y este ya no puso ninguna otra, lo cual agradecí
-Cantas terrible—le grite mientras reía
   Este se acerco y me agarro la cara entre las manos
-Dime eso cuando no te nombre en mis agradecimientos cuando gane el Grammy
   Eso hizo estallar de risa a Edith. ¿Por qué no los había visto antes?
-Tengo que contarles algo, chicos—dije seria
-Espera—interrumpió Edith—tengo que sacar esto a la basura y checar que este bien cerrado en la tienda.
   Mi amiga doblo la caja y salió por la puerta. Marcelo se acomodo a mi lado, recargándose en la cama.
-Así que, ¿Cómo van las cosas con Sebastián?
-Bien…se podría decir que mejor que nunca—me pase la mano por la cara—honestamente me costó trabajo venir aquí a pasar la noche
-Apuesto a que sí. Es lo más frágil que te he visto en años
   Le mire a la cara
-¿No es nada fácil verdad?—me miro lleno de compasión
  Negué con la cabeza
-¿Por qué no te vas con él?
-Lo hemos considerado demasiadas veces, pero no es posible. No puedo vivir en casa de su abuela, sin estudios y sin el suficiente dinero. Aparte, nada dura para siempre y los dos lo sabemos muy bien… ¿Qué tal si terminamos mientras estamos allá? Estaría sola en una ciudad que no conozco
-Lo han pensado muy bien—dijo después de un momento
   Bufe
-Hemos considerado todas las opciones y ninguna…--ni siquiera termine la frase pero sé que él la entendió perfectamente
   En eso entro Edith y se sienta enfrente de nosotros
-¿Qué decías?—su tono alegre estuvo un poco fuera de lugar
   Cerré los ojos y suspire lo más hondo que pude
-Sí, solo les diré esto a ustedes porque son mis amigos más cercanos
-Oh dios mío, ¡estas embarazada!—exclamo Edith
-¡¿Queee?!—grito mi amigo
-¡No…!—trate de decir
-¡En la graduación me comentaste que seguías siendo virgen!—grito Marcelo indigno
   Edith rompió a reír con esa declaración
-¡Y era verdad! En el momento…—trate de defenderme
-¿Estas embarazada?—repitió Edith
-Claro que no—dije tranquila y segura— ¿me dejarían terminar?
    ¿Por qué la gente piensa eso?
-Detalles luego, ¿sí?—me susurro Marcelo
  Les comunique mí partida a Brasil, la cual no reaccionaron bien a ella. Tuve que hacerle unos cambios a la historia claro, como el que Roberto es un familiar que siempre ha vivido ahí y pequeños detalles. Aunque Edith sabe más o menos quien es Roberto no comente que era él, entre menos supieran mejor.
   Hubo a ratos hasta donde Marcelo se enojo y Edith me acuso de dejarla sola, pero al final lo entendieron. Entendieron que “mi tío” me ayudaría con la universidad, entendieron que ya no sería sano para mi quedarme aquí después de la partida de Sebastián, entendieron que era lo mejor y se dieron cuenta que tan feliz me hacia esto. Les prometí que vendría a visitarlos seguido y que pasaríamos más tiempo juntos hasta que me fuera.  
   Ahora los dos estaban dormidos. Eran las tres cincuenta y dos de la mañana; se podría prácticamente decir que ya eran las cuatro. No podía dormir, a esta hora sigo despierta alado de Sebastián, solo hablando… otras veces no. Pensé en salirme y llegar a la casa, pero eso sería muy patético.
   Edith y Marcelo dormían en la cama de ella, yo pedí el suelo. Los ojos me ardían por falta de sueño, pero no podía descansar.
   Cuando dieron las cuatro de la mañana, mi celular sonó. Era él
   Conteste de inmediato, con el corazón un poco acelerado. Me puse el celular en el oído y ninguna voz salió de este. Y comprendí; él tampoco podía dormir.
   Una sonrisa se extendió por todo mi rostro y pude escuchar un pequeño suspiro al otro lado de la línea. Me sentí mejor sabiendo que lo tenía ahí conmigo, incluso por teléfono.
   “Lamento estar en la cama equivocada” le quise decir pero no quise romper el silencio
   Después de un tiempo de estar con el teléfono en la mano, sin decir nada, se me fueron cerrando los ojos. Ya casi no sostenía el celular en el oído y pude escuchar a lo lejos que me decía “descansa” y eso hice, me quede dormida




  
Ya casi era medio día y estaba recién salida del baño. Marcelo ya casi se iba a la universidad, lo mismo con Edith.
   Esta última había pasado todo el tiempo desde que nos levantamos diciendo que tenía que tomar una prueba de embarazo
-¡Edith! ¡No estoy embarazada!—grite su nombre pero el resto lo dije quedito, su familia estaba cerca
-No me has contado los detalles de cómo perdiste tu flor—se burlo Marcelo
   Le sonreí
-Seria una larga charla—dije en tono de broma, pero era algo cierto
-Empieza por el tamaño de su pene—levanto una ceja
   Solté una carcajada y caí de sentón en la cama  
-¡Carolina!—Edith se puso a mi lado—Si tanto aclamas estar embarazada, ¿Por qué no te la haces y dejo de molestar?
-Dios, porque tanto interés en un bebe, Edith—hablo Marcelo
-¿Usan protección?—pregunto ella
-Todas las veces. No hay manera posible de que esté embarazada
   Pero honestamente, tanta era la insistencia de Edith que estaba rompiendo mi confianza. Pero yo estaba segura, ¿verdad? Un hijo con Sebastián… mi corazón se acelero
   Con Marcelo saliendo de la casa y los padres de Edith ocupados en la tienda mi amiga y yo nos quedamos solas en el baño. Ella tenía una prueba de embarazo en las manos. Me platico que hace unas semanas una amiga suya de la universidad tenía miedo de salir embarazada y compraron juntas una prueba, pero el mismo día a ella le vino el periodo y Edith se quedo con la prueba.
   La última vez que tuve mi periodo, este acabo días antes desde que Sebastián y yo lo hicimos por primera vez y según mis cálculos todavía me faltaban como dos semanas para que regresara.
   Orine en la pequeña cosa de plástico y esperamos juntas.
-¿Nerviosa?—susurro
  ¿Lo estaba? Medí mi respuesta por unos minutos
-No, ya te lo había dicho, yo estoy segura que no lo estoy
   Checo la hora en su celular
-Ya debería de estar el resultado
   Edith agarro la caja y leyó las instrucciones por segunda vez  “Una rayita es que no, dos es que si”
   Se levanto para agarrar la prueba y se le quedo viendo mucho rato, levanto la cabeza y me dijo el resultado


1 comentario:

  1. me gusta mucho tu novela.. deberías de seguirla porfis.:D
    sabes deberías de subirla wattpad para mas gente lee tus historias

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