Saliendo de
la preparatoria, estando en un restaurante de comida rápida yo sola, recibí una
llamada.
Antes de que dejara que las cosas llevaran
su curso natural—como me dijo Borjas—quería sacarle todo el provecho que puedo así
que me encontré con Sergio—que me invito a salir—en la casa de los Treviño.
En realidad no íbamos a quedar a jugar
videojuegos como lo hacíamos de pequeños
Al llegar a dicha casa, no voltee a ver el
garaje para ver si estaba el carro de Samanta, tampoco quise ver si de
casualidad estaba el de Sebastián. No quería torturarme así que entre directo a
la casa
Sergio me recibió con un gran abrazo que le correspondí,
se disculpo por no poder haber ido a mi fiesta. Nos servimos comida—más bien chatarra,
un six-pack de cerveza, algo ligero—y pusimos juegos viejos más que nada.
Todo marchaba normal hasta que se comenzaron
a escuchar ruidos—gritos más que nada—en la planta alta de la casa.
-
Yo
creí que estábamos solos—comente
Sergio casi ni me escucho, toda su atención
estaba en la pelea de robots que teníamos. Le seguí como él hasta que se
escucho que las personas que se encontraban arriba estaban peleándose.
Y al parecer fuerte
No quería decir nada por no escucharme mal
pero llego un punto donde no aguante la curiosidad y dije
-
¿Quién
esta gritando de esa manera?
Esta vez si me escucho pues se acabo la
ronda y comenzó a servirse una botella. Se encogió de hombros
-
De
seguro es Samanta con su novio
Abrí mucho los ojos. En realidad nunca he
visto al par de tortolos pelearse, solo amarse literalmente.
-
¿Pasa
seguido?—pregunto como quien no quiere la cosa
-
Últimamente
si
-
¿No
deberías ir a calmar o algo? Se escucha feo la situación
Bufo
-
Y
yo porque me voy a estar metiendo en sus asuntos. Que los resuelvan ellos
Eso era lo que me gustaba de Sergio, no era
nada metiche
Quería lanzarle mil preguntas pero no quería
verme obvia, después puso otro videojuego. Según yo tenía mis cinco sentidos en
el aparato pero mi oído se encontraba escuchando todo lo del segundo piso.
Ya no es escuchaban mas ruidos. El punto era
que estaban en la casa. Discutiendo o no estaban juntos en su recamara… ¿Y si
se estaban reconciliando o algo?
Sacudí la cabeza, tratándome de quitar esos
horribles pensamientos de la cabeza.
Y por estar pensando cosas que nada más no, perdí
mi batalla
-
¿Qué
le pasaron a tus habilidades?—me pregunto burlón
-
Estoy
calentando, espera un poco—reí
Una puerta de abrió en la planta alta y Él salió.
Al llegar a las escaleras y al verme en la sala—con Sergio, una cerveza en la
mano y contemplándolo—abrió mucho sus ojos verdes.
Y casi le leía el pensamiento. Nunca imagino
encontrarme en esa casa, la verdad yo tampoco creí encontrarme otra vez aquí, en la esta casa en la que todos los recuerdos
son malos
Atrás de el llego Samanta, mientras caminaba
le decía que no se fuera… hasta que también me vio. Puso la misma expresión que
Sebastián hace dos segundos, pero había algo diferente: rencor y casi odio
Siguió con sus suplicas pero esta vez en el oído
de el así que yo no escuche nada. De todas maneras regrese mi vista a la
pantalla—dándole la espalda—y solo contemple que con su mismo paso firme se
marchaba de la casa y Samanta tras el
-
¿Van
a terminar?
-
Pues
si lo hace, Samanta no será la responsable
Arquee las cejas
-
¿Cómo
dices?
-
He
visto tantos hombres cruzar por esa puerta, todos novios o pretendientes de mi
hermana. Los he visto salir a todos bateados por ella misma pero ese, el Sebastián…
es distinto con él. Casi estoy seguro de que Samanta si lo quiere, y bien
-
¿Por
qué discuten?
-
Por
lo que he escuchado… creo que por una “ella”
Casi me
atragantaba con la bebida que tenía en la boca.
-
Encerioo—dije
como despistada, desinteresada mientras cambiaba de juego, el de robots por uno
de Mario Bross
Ya no seguimos con la plática, ya no hice más
preguntas. Ya no quería saber las respuestas
¿Por una “ella”? ¿Sebastián pensaba en otra?
De seguro no soy yo… y de esa manera quedo
arruinada el resto de mi noche
Al siguiente día, en un lindo y fresco sábado…
el día era perfecto.
Lorena y Sara no estaban y Ignacio dormido
por trabajar toda la noche. Adoraba la soledad, aunque a veces no me gustaba
admitirlo estar sola era una de las pocas cosas que disfruto de verdad.
En la cocina, me preparaba mi comida y mientras
esperaba a que se calentara en el microondas alguien toco a la puerta
Me sorprendió mucho la persona que se
encontraba afuera de mi casa
-
¿Qué
haces aquí?
-
Es
que vine a casa de Sebastián, MI NOVIO—acentuó
de mas—y como en un rato regresa… pensé en venir a visitarte
En cuanto termino de hablar comencé a cerrar
la puerta sin decir nada pero ella la detuvo; mostrando su french recién hecho
-
¿Qué
haces aquí?—repetí, ahora de otra manera
-
Quiero
aclararte que el hombre que vive a tu lado es mío, no tuyo. Es mi hombre, mi
novio y quiero que te mantengas alejado de el, ¿comprendiste?
-
Si
jefa. ¿Algo más?
-
No
estés bromeando conmigo, estúpida
-
Tú
no eres nadie para insultarme en mi casa, lárgate perra asquerosa
Me fulmino con la mirada
-
Tu
ayer estuviste en mi casa así que no
te quejes.
-
No
lo hago cuando Lorena te invita
-
Ya
te dije, mantente alejada de Sebastián. Aprende a respetar hombres ajenos—me
recorrió de pies a cabeza con la mirada.
Y ahora si le cerré la puerta en la cara
¿Aprende a respetar hombres ajenos? ¿Qué me
alejara de el? Sebastián y yo nunca habíamos estado tan alejados uno del otro.
Tal vez no físicamente pero al menos si psicológica, mentalmente—como se diga y
como lo quiera ver ella—y era de verdad cien veces peor…
Nunca habíamos estado tan alejados por ella
y todavía tenía el descaro de decirme que no me quería cerca de el
Mientras comía sola—sin prestarle atención a
la televisión—decenas de preguntas venían a mi cabeza sin respuestas
Durante toda la semana espere esta noche.
Eduardo, el hermano de Edith, me invito al
Estadio de Beisbol de la cuidad donde se iba a dar un show de carros mounstros
Toda mi vida he querido ir a uno y casi me moría
de satisfacción cuando me invita, el junto con un grupo de amigos. Edith no iba
a ir, pues esas cosas no eran lo suyo.
Así que ya caída la noche, y vestida para la
ocasión—una ombliguera negra del grupo AC/DC, un pantalón azul de mezclilla con
unas botas largas negras. Mi pelo se encontraba en una cebolla donde mostraba
mis perforaciones de la oreja.
No tardaba en llegar Eduardo, así que salí a
esperarlo ya que yo me iría en mi coche detrás del suyo.
La noche llego más rápido de lo que esperaba
y el cielo estaba a obscuras.
De la casa vecina salió el muchacho de ojos
verdes con una bolsa de basura en su mano, llevándolo a bote; como siempre. Sin
voltearme a ver paso delante mío y escuche como dejaba las bolsas en el
contenedor de basura.
Sabía que me haría un comentario y no me
equivoque cuando escuche su voz
-
Bonita
blusa
Me entro un coraje cuando voltee a verlo y él
se encontraba mirándome de arriba abajo con una ceja levantada y mirada
desaprobatoria.
-
Gracias—dije
irritada—esta bonita ¿no?
Entorno los ojos
-
¿Qué
te molesta?—pregunte, fingiendo tono de preocupación
-
¿Por
qué aceptaste esa invitación?—soltó, acercándose a mí y mirándome a los ojos.
No pude evitar acordarme de Samanta
Su mirada pesaba y no me hice para atrás. Al
contrario me acerque más y hundí mis ojos en los suyos.
-
Por
razones que no te deben de importar. Eduardo me gusta, para tu información
Fingió una carcajada. En realidad no mentía,
el siempre me daba un no sé que desde que lo conocí pero no era importante
-
Si
Carolina, lo amas—se burlo. No me gusto para nada su tono sarcástico
-
Tanto
como tu amas a Samanta, si—se la regrese. Frunció el ceño
-
E
notado que el esta encaprichado contigo, solo te quiere para pasar el rato. Entiéndelo—separo
la última palabra, como si se la estuviera diciendo a un niño
Eduardo no era de esos, lo conocía más que él
y de todas maneras ese no era el punto. Eduardo no me invito para eso y yo
tampoco acepte para eso. Sebastián
estaba malinterpretando todo
-
¡Y
ese no es tu problema! ¿¡O lo es Sebastián!?
Le grite dando un paso adelante
Nos quedamos callados. Mirándonos enojados
-
Si—pronuncio
firme y lento—Lo es, porque eres mi amiga y porque te quiero
Ahora fui yo la que fingió una carcajada
-
¡Ahora
resulta!—me burle—Hace un me era una gata dejada y ahora soy tu amiga amada
Me miro aun mas enojado
-
¿Sabes
que día es mañana?—solté
Su mirada cambio a la confusión
Yo sabía que mañana—día 15 del mes—cumplía
tres meses con su novia. Se le paso por la cabeza pero el sabia que a eso yo no
me refería
Se quedo callado
-
Mañana…
se cumple un año de que tu regresaste
Miro para otra parte. Todo el enojo se fue
de sus ojos y ahora entraba otro sentimiento
-
Claro
que recuerdo
Suspiro
-
Escucha—me
toco el hombro
Me hice para atrás inmediatamente. No me
gusta que me tocara y odiaba la razón
-
Olvídalo
Sebastián—mire para la calle, casi dándole la espalda
No sé como lo hizo, ni siquiera me di
cuenta, pero de pronto el tenia las llaves de mi carro en sus manos
-
¡Hey!
¡Qué haces!—trate de quitárselas
Lo intente como 10 veces mientras lo
maldecía, diciéndole que no tenía derecho, pero él no decía ni palabra
-
¿Por
qué haces esto?—dije rindiéndome
-
No
quiero que vayas, no es seguro hay
Bufe
-
Me
dices a mí que un lugar no es seguro para mí. ¡Regrésame mis llaves?
El saco la llave de mi casa y mi habitación
del llavero
-
Para
que no te quedes afuera—agarro mi mano, y al ponerlas sobre la palma de esta la
cerró. Mantuvimos las manos juntas por cinco segundos mas
Hasta que se la solté enfadada
Ya ni sabía que decirle, si gritarle y
seguirlo maldiciendo o quedarme callada, o alejarme… aunque alejarme era lo último
que quería
-
No
es justo, son mis llaves
-
Lo
siento
-
¡Lárgate!—dije
en un impulso
El se cruzo de brazos en su lugar, sin
moverse
Al minuto llego la camioneta. Sin mirar a Sebastián
camine a ella
Note que había tres muchachas en la caja de
la camioneta que con la mirada se comían a Sebastián. Una le guiño el ojo
Sentí una enorme curiosidad por voltear a
ver su expresión, pero me lo impedí. No quería que viera mis celos tatuados en
mi cara
-
No
podre llevar mi carro, ¿tienes espacio aquí?
-
Claro,
sube
Lo deje enfrente de mi casa, con los ojos
enfadados y tristes, y con un presentimiento—mal o bueno—sobre mañana.
-
SIGANME EN INSTAGRAM PORFAVOR: ESTEFANIAA77 HEHE SOY NUEVA EN ESTO, THANKS:)
Mee encantooo el capitulo n.n
ResponderEliminarPublica pronto, besos.
Este capitulo es simplemente genial *-* ojala las cosas entre ellos 2 se arreglen y se den cuenta que se han comportado como un par de estupidos.
ResponderEliminarpublica pronto que ya me quiero leer que pasara.
besos.
Isis.