jueves, 16 de enero de 2014

Capitulo 43: "Pero como me gustaría"


-Siento no haber venido antes, perdóneme
   Entre a la casa de Doña Piedad, mientras dejaba en la mesa lo que prepararía de cenar. Ella, con una sonrisa en la cara solo me abrazo, diciendo que ella entendía mi falta de tiempo por visitarla a falta de tiempo que me quedaba con mi novio.
   Le avise a Martin y Gustavo que me encontraba en casa de Doña Piedad para la cena y justo a tiempo llegaron para servirles. Conversamos todos de manera muy agradable, Sebastián no me acompaño por estar con Borjas y me agrado mas venir sola, necesitaba tiempo con ellos y solo con ellos.
   Ahora, Roberto salía más seguido en las conversaciones que antes, ahora que yo ya sabía toda la verdad.
-Se me olvido decirles chicos, Sara me corrió de la casa
   Doña Piedad frunció el ceño con preocupación y su cara mostraba horror mientras que Martin y Gustavo comenzaron a maldecir a mi madre, lo cual no me molesto. Cuando los dos se calmaron explique:
-Me vio mover mis cosas a casa de Sebastián, dijo que no era un motel y pues, simplemente no me quiere viviendo ahí así que ya camine—me encogí de hombros
-Pues tienes esta casa, hija—dijo Doña Piedad
-Y la mía, mama te recibiría encantada—hablo Martin y Gustavo igual me ofreció la suya
   Les sonreí
-Gracias, si lo pensare. Sebastián me prometió que me ayudaría a buscar un lugar donde dormir pero pues tengo en una universidad que pensar. Tal vez hasta ya no entre a ninguna por tener que pagar renta
-No tienes esa necesidad, te acaban de ofrecer tres casas—se rio Gustavo
-Hasta Roberto te puede mandar dinero para la universidad
   Bufe
-No necesito molestarlo con mis problemas—le di un trago a mi bebida
-Todo lo contrario, es mas hasta te podría ofrecer irte con el
   Casi me atragantaba con la comida. ¡Vivir con Roberto! ¿¡Verlo de nuevo!? ¡Dios, nada me alegraría más!
-¿Lo dices enserio?—trate de mantenerme calmada
   Doña Piedad miro a Gustavo, y este le regreso la mirada
-Es algo que ya habíamos comentado, algo que igual Roberto a estado pensando.
-¿Qué es lo que han estado pensando?—casi sonaba histérica
-Que tu y Doña Piedad se fueran a Brasil con el




   Al día siguiente me dirigí temprano a casa de Gustavo. Bueno, no tanto una casa, mas como un gran cuarto, donde solo hay espacio para una cama, el baño y una pequeña cocina, pero Gustavo era muy feliz ahí. Se encontraba a solo unas cuantas calles de casa de Doña Piedad, así que estaba más que perfecto.
   Esta vez llevaba a Sebastián conmigo, caminamos juntos hasta la puerta donde Gustavo nos esperaba con un teléfono en mano. Me encontraba muy nerviosa por alguna razón. No acostumbraba a hablar del futuro ni a planearlo de esta manera, menos con un hombre que creí muerto por más de dos años.
   Los dos salieron para darme privacidad y yo camine hasta la esquina más alejada para ponerme el teléfono en la oreja
-¿Roberto?
-Hola, princesa—nunca me cansaría de aquella voz llena de vida— ¿Cómo estás?
-Pues confundida, me están diciendo que es posible irme a vivir contigo
   Roberto rio entre dientes desde el otro lado de la línea, desde el otro lado del continente
-Casi te puedo imaginar con ese puchero con la boca—hizo una pausa— ¿Te gustaría?
-¡Por supuesto!—dije como si no hubiera cosa más obvia
-Hay mucha esperanza en tu voz, Carolina. ¿Por qué?
-Sara me corrió de la casa hace una menos de una semana, no tengo ni el dinero suficiente para ir a una universidad, menos para la renta de un lugar. Aparte, largarme de aquí seria una fantasía hecha realidad, más si es contigo
-¿Qué hay de Sebastián?
-El se irá a España, ¿recuerdas?—baje la voz y no porque él estuviera afuera
-Cierto, lo siento—se escuchaba culpable
   Bufe
-Esa es otra razón para querer irme, no necesito un lugar donde los recuerdos me perseguirán.
-¿Estás segura entonces?
   Suspire
-No podría estarlo más, Roberto. No seré mucha molestia y sabes que puedo mantenerme yo sola—me apresure a decir
-Nada de eso—percibí una sonrisa en su voz—todos los gastos déjamelos a mí. Les conseguiré a ti y a mama el mejor departamento que podrían tener. Eso sí, tendrás mucha seguridad aunque todo ya está tranquilo
-La que me quieras poner—comencé a reír
-Tendrás que aprender a hablar este idioma para entrar a una universidad, que yo pagare por supuesto
-No  había pensado en eso—susurre—Pero aprendo rápido. ¿Desde cuándo pensaron en esto?
-Martin fue el de la idea, hace poco tiempo en realidad. Fue una idea que pensé mucho y me agradaba que hasta se la comente a Gustavo. A este igual le agrado y ayer me llamo para decirme que no tenias donde vivir. Me encantaría tenerlas a ustedes dos conmigo
-A mi también—sonreí de oreja a oreja
-Entonces no hay tiempo que perder, ¿Cuándo quieres volar para acá?
-Dame un mes una semana—era aproximadamente el tiempo que me quedaba con Sebastián
-Perfecto, hasta me sobra tiempo para arreglar todos los papeles. Yo me encargo de todo, Carolina, hasta de la universidad
-Muchas gracias—dije en medio de un suspiro de alivio—De verdad




   Íbamos en el carro de regreso a la casa, Sebastián manejando. Después de hablar con Gustavo acerca de la decisión ya tomada fuimos con Doña Piedad que se mostro muy contenta. No habíamos hablado en todo el camino y ya casi llegábamos
   Cuando por fin nos estacionamos en el porche de la casa, Sebastián se volteo completamente a verme
-Háblame, Cari.
   Desde que ayer me dieron la noticia de la posible oportunidad de irme a vivir con Roberto, volteando todos mis insignificantes planes de cabeza. Llegando a casa del barrio me encontré a mi novio y a Borjas tranquilos fumando y tomando mientras hablaban. Salude sin entusiasmo a Borjas para subir y recostarme en la cama. Solo le dije a Sebastián lo único que sabía y trate de evitarlo el resto de la noche
   No era que no quería hablar, o hablar con él; estaba en estado de casi shock. Mi vida dio un giro de trescientos sesenta grados de una noche a la otra. Un país a otro, un estilo de vida a otro. Sin Sebastián, todo lo que va a pasar será sin él.
   El tampoco forzó las cosas, dejo a mi mente pensar tranquilamente y en la noche igual me dio mi espacio en la cama.
   Lo voltee a ver, su rostro está inundado en preocupación. ¿Preocupación? No, no tiene por qué estarlo. Suavemente puse mi mano en su mejilla e inclino su cabeza a mi tacto
-¿Cómo te sientes?
   Suspire pesadamente
-Me dijo que él arreglaría todo, que no me preocupara, que él se encargará hasta de mis estudios de universidad
   No solo era que me mudaría a otro país, también era que de la noche a la mañana mis problemas más pesados también se solucionaron. Desde ¿qué hare cuando Sebastián se vaya? , hasta ¿en donde viviré?, ¿cómo pagare mi mantenimiento? y ¿si iría a la universidad o no? Todo solucionado, de la noche a la mañana. Solo por un comentario que hice ayer, de que me corrieron de mi casa
-Sigo sin poder creer todo esto—susurre—Es tan... todo esto es muy abrumador, repentino
-Me imagino—corrió sus dedos por las puntas de mi cabello
-Y no es solo que volveré a ver a Roberto después no verlo y creer que estaba muerto por años, es vivir con él. Demasiado por procesar y…
   No supe como continuar, mi mente era un remolino. Tome aire, y exhale ruidosamente.
-No quiero entrar a la casa—murmure
   Sin decir palabra, Sebastián arranco el motor del coche y avanzo. 





   Pasaron tres días desde entonces, y hoy era el día. Ese día  
   El primer día en el que ya había asimilado que me iría a Brasil, donde aprendí a hacer un pastel. Bueno, la mayoría lo hizo Sebastián, yo solo batí la mezcla y me dedique a tentarlo y sacarme la ropa para terminar haciendo el amor en el piso de la cocina cuando metió la mezcla al horno.
   Por consecuencia, una esquina del pequeño pastel salió quemada.
   El segundo día, donde tuve que buscar en casa de mis padres mis papeles oficiales—pedidos por Roberto—, donde me encontré a Lorena que no había notado mi ausencia. No me sorprendió, solo había pasado un poco menos de dos semanas viviendo fuera de ahí.
   Y finalmente, el tercer día, el que estaba esperando con ningunas ansias, ese día en el que acorde ver a mi madre para hablar. Nos veríamos en el que creía yo, era su restaurante favorito, cerca de la colonia.
   Enfrente del closet casi vacío—donde estaba la poca ropa que tenía en esta casa—me encontraba yo con las manos en el pelo todavía mojado después de la ducha, desesperada. Sentía que nada era la ropa adecuada, y me desesperaba tener que pensar en mi atuendo, como si eso fuera muy importante.
   Mi novio entro a la habitación muy sacado de la pena y eso me hizo sacarme más de quicio.
-¿Qué te pasa?—hasta su tono era relajado
   Me voltee rápidamente, con los ojos entrecerrados. Sebastián me observo y ladeo la cabeza, procesando mi expresión. Se acerco lentamente y poso sus manos en mis hombros
-Estas demasiado tensa—comentó
-No me digas—dije brusca
  Comenzó a masajearme los hombros. Sonrío
-Y rabiosa—agrego con la misma sonrisa
   Me lleve las manos a la cara
-Perdón, perdón—susurre—Pero estoy muy ansiosa
   Me quito las manos del rostro
-¿Cuál es el problema?—pregunto dulce
   Fue en ese segundo donde me di cuenta que el problema no era problema, o si lo era, uno muy ridículo. Me mordí el labio, con mi humor ya mejorado
-No sé qué ropa ponerme—dije avergonzada.
   Sebastián tuvo que contener una carcajada hasta que la risa se le escapo mientras retrocedía para seguirse riendo. Hasta que yo cedí a la risa también. Me volvía llevar mis manos a la cara para ocultar mi sonrisa. Él se quería partir en dos por lo gracioso que le parecieron mis palabras.
-Ya, ya—se calmo un poco—Wow, que gran problema tienes contigo—se burlo—Pero vamos a solucionarlo.
   Hice un puchero con la boca
-Mejor síguete riendo y haber quien duerme contigo esta noche—le levante una ceja
   En un movimiento rápido me agarro de la cintura y me levanto del suelo. Empecé a gritar entre risas en forma de protesta, diciéndole que me bajara, sacudiendo los pies al aire. Toda mi ansiedad y la preocupación abandono mi cuerpo—la risa remplazándolo.
-Como quiera me escabullirle a tu lado  en las noches, así que amenázame todo lo que quieras
   Me bajo de espaldas a la cama—nada delicadamente—y comenzó a hacerme cosquillas con la boca en el estomago
-¡Sebastián! ¡Para, ya!—dije entre jadeos y risas. Las carcajadas eran muchas y me estaba quedando sin aire
   De pronto lo desee. Quería que su boca se dirigiera a la mía, quería todo de un momento a otro
-Para—dije más seria
   Levanto la cabeza de mi vientre y me sonrió de oreja a oreja
-¿Ya no estás tensa?—se recargo sobre su hombro
-No—puse mi mano en su cabello—Gracias—articule
   Me di cuenta que todo eso fue para hacerme sentir mejor, lo cual funciono. Como todo lo que él hace
-Y cuéntame, ¿Por qué estas tan nerviosa?
   Me encogí de hombros. Me moví de donde estaba y me senté en el suelo, recargándome en una pata de la cama. El me imito pero una vez acomodado me susurro un “ven aquí” y me acomodo en su regazo
-Creo que tengo miedo a lo que me pueda decir. Aunque ya me preparé para lo peor.
-¿Y qué es lo peor?—hablo mientras puso un mechón de mi pelo detrás de mi oreja y puso un dedo debajo de mi barbilla para verlo a los ojos
-Nunca debí de haber estado en esa familia. De enterarme de cosas que ni siquiera he imaginado que pasaron. Que Sara me diga que nunca fui amada bajo ese techo
-Si eres amada—dijo con dulzura  
   Sonreí con tristeza y lo rodee con los brazos. Acomode mi cabeza en la base de su cuello, él me correspondió el gesto y me dio un beso en la frente
-No quiero ir—suspire—Pero me arrepentiré tanto si no lo hago
-Eso es verdad, aparte tienes que decirle a tu madre que te irás. Con o sin preguntas sobre el pasado tienen algunos cabos que atar
   No me había dado cuenta hasta ahora que baje la mirada, que estaba sin camisa. Me le quede viendo a su cuerpo semi-desnudo y de verdad desee no tener que irme. Levante de nuevo mi cabeza y moría por besarlo pero sabía que si lo hacía no había marcha atrás. Abrió sus labios carnosos y supe que estaba pensando igual que yo
-No deberíamos, ¿verdad?—murmure
   Negó con la cabeza

-Pero como me gustaría

2 comentarios:

  1. Holaaa! muy buen capitulo n.n
    Queria invitarte a que te pasaras por mi nuevo blog :D http://cuentosdeamorlocuraymuerte.blogspot.com.ar/
    Graciaaas! publica pronto.

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  2. ME ENCANTOOOO!!!!! hace mucho leí tu historia y me encanto y desde ese momento no dejo de mirar si haz subido capi y ayer cuando vi que subiste me emocione me gusto mucho el capitulo
    solo espero que las cosas se solucionen y que no les duela mucho la partida

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